La popularidad de San José fue creciendo con el correr del tiempo, y su iconografía también fue variando con los años.
Hasta el siglo XVI San José ocupa un lugar secundario en algunos episodios de la vida de Jesús. Luego se lo pasa a ver como un hombre joven que observa a cierta distancia a Jesús y María, remarcando con esta distancia que no es el verdadero padre del Niño. En la Edad Media, pasa a ser un anciano, imagen que perduró durante todo el Renacimiento.
Esta imagen de José anciano es una de las más fuertes, aunque no sea la más creíble. Según Santo Tomás de Aquino, había razones de conveniencia para que Jesús naciera de una mujer casada, por ejemplo para que Jesús no fueses rechazado por ser hijo de una madre soltera, y para que María no corriese el riesgo de ser lapidada. Si José, al nacer Jesús, no estuviera en edad de engendrar un hijo, la imagen de María no hubiese podido ser preservada. Lo más probable es que José rondara los cuarenta años en la época del nacimiento de Jesús.
Recién a principios del S. XVI José comienza a aparecer como protagonista. Una de estas primeras imágenes es de alrededor de 1500 y lo muestra de pie, anciano y con una mano sobre el hombro de Jesús Niño. Esta modalidad va a afianzarse con la pintura de El Greco, donde se observa a un San José más joven, con el Niño de la mano (simbolizando su condición de maestro y conductor durante su infancia) y la vara florecida.
Uno de los tipos más difundidos es el que muestra a San José con el Niño en brazos, imagen que apela sobre todo a lo sentimental, resaltando la cercanía y el cariño entre ambos.
Los atributos característicos de San José son la vara florida que se cree es de almendro, suplantada muchas veces por la azucena o lirio – símbolo de pureza y castidad-, y las herramientas propias de su oficio de carpintero. A veces, la paloma del Espíritu Santo aparece sobre las flores de la vara. Este atributo de la vara se origina en los Evangelios Apócrifos, donde se relata que fueron convocados al templo un hombre de cada tribu de Israel, para elegir esposo para la Virgen María. José fue por la tribu de Judá. Cada hombre debía llevar una vara, las que fueron dejadas sobre el altar. Cuando al día siguiente el sacerdote ingresó al Sancta Santorum, un ángel tomó la vara más pequeña, la de José y, según algunas versiones la vara floreció, y según otras la paloma del Espíritu Santo surgió de ella, señalando al elegido para desposar a la Virgen. Así se cumpliría lo narrado por el Profeta Isaías: “Y saldrá una rama de la raíz de Jesse, y una flor saldrá de su raíz”. (Is 11,1)
En relación a la vestimenta, José suele ser representado con un manto que cae desde sus hombros, y una túnica. En la América Hispánica se acostumbra colocar una corona real, generalmente de plata, a las imágenes de San José.
Lis Anselmi - lisanselmi@yahoo.com.ar
4 comentarios:
Precioso el material de Santa Teresa. Ese "Nada te turbe" tan de actualidad siempre hece bien a quine lo lee.
En cuanto a lo de San José es tan valioso lo que publicaron.
Que el Señor siga iluminando a las personas que seleccionan el material para el blog.
Un abrazo en Cristo y María.
Eva Lucero de Ortega
Directora del Periódico Regional "EL LUCERO"
Excelente aportacion, en este dia me entusiasma profundizar en la riqueza de la tradicion Cristiana y saber que San Jose es un digno ejemplo de dignidad, humildad, templanza y espiritu paternal. Definitivamente su ejemplo nos muestra la contraparte de una cultura machista que parece haber prevalecido a lo largo de los años.
Albado sea el nombre de Jesucristo, y que San Jose y Maria rueguen siempre por todos nosotros.
Gracias por estas aportaciones. Andaba buscando el significado del episodio de la vara florida de San José y su post me ha sido muy útil.
Gracias por su artículo sobre la iconografía de San José, me ha sido muy útil.
Un saludo
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